Desde la antigüedad los seres humanos han desarrollado distintos métodos de conservación de los alimentos, es decir distintas formas de minimizar o prolongar los efectos de su descomposición.
Hoy en día gracias a la tecnología existen distintos métodos de producción de alimentos, que incluyen la utilización de aditivos para satisfacer las necesidades de los consumidores.
De acuerdo a la NOM* 218 del año 2011, se refiere a aditivo alimentario a cualquier sustancia permitida que, sin tener propiedades nutritivas, se incluya en la formulación de los productos y que actúe como estabilizante, conservador o modificador de sus características organolépticas, para favorecer ya sea su estabilidad, conservación, apariencia o aceptabilidad.
¿Cómo se clasifican los aditivos?
En el taller de alimentación y hábitos saludables impartido por el PEPSAM –UNNOBA** 2020, menciona que su clasificación varía según la función tecnológica o el uso de alimento, por ejemplo:
El Comité de Expertos en Aditivos Alimentarios de FAO/OMS (JECFA)*** es el encargado de comprobar la inocuidad de los aditivos alimentarios naturales o sintéticos y da el visto bueno para la utilización de aquellos que no presentan riesgos sanitarios apreciables para los consumidores.
Los edulcorantes no nutritivos y ciertos colorantes, cuentan con IDAS**** que deben tenerse en cuenta, especialmente cuando son consumidos por niños, como una forma proactiva de resguardar su salud y seguridad.
NORMA Oficial Mexicana NOM-218-SSA1-2011, Productos y servicios. Bebidas saborizadas no alcohólicas, sus congelados, productos concentrados para prepararlas y bebidas adicionadas con cafeína. Especificaciones y disposiciones sanitarias. Métodos de prueba*
Programa de Educación y Promoción de la Salud de Adultos Mayores **
JECFA: Por sus siglas en inglés Joint FAO/WHO Expert Committee on Food Additives***
Ingesta Diaria Admisible****