Debido a los procesos normales de nuestro cuerpo, muchas de las funciones vitales comienzan a disminuir al paso de los años. La masa muscular tiende a la disminución al igual que la función de varios órganos vitales. De esta misma forma las bacterias intestinales suelen tener la misma tendencia por lo que enfocar esfuerzos en revertirla puede repercutir de manera favorable en nuestra salud.

¿Qué debería comer para evitar perder microbiota intestinal?

Según Niv Zmora et al. 2019 en su artículo “You are what you eat, diet, health, and the gut microbiota”, existen algunos factores generales de la microbiota intestinal que se deben mantener como son la abundancia y diversidad, esto nos ayuda a afrontar diferentes enfermedades. Para mantener estos factores la alimentación juega un papel muy importante. Algunos alimentos que benefician a la microbiota intestinal son:

• Amplia variedad de frutas y verduras de diferentes colores, aproximadamente 30 diferentes cada semana
• Cereales de grano entero
• Alimentos y suplementos con fibra prebiótica
• Proteínas de origen vegetal
• Proteínas de origen animal en cantidades moderadas
• Alimentos vegetales con grasas saludables
• Consumir probióticos
• Evitar procesados, harinas y azucares en exceso

¿Los medicamentos propician la perdida de microbiota intestinal en la tercera edad?

Uno de los factores que más afectan a la microbiota intestinal es sin duda el consumo de antibióticos por lo que se recomienda que su consumo sea prescrito por un médico y en lo general evitar la automedicación según nos comenta Otoole PW en su artículo “Changes in the intestinal microbiota from adulthood through to old age” de 2012.

¿Cómo influyen los hábitos de vida?

Debido a los ejes de la microbiota intestinal con diversos órganos y sistemas del cuerpo, nuestro estilo de vida influye de manera notable en su composición. Se recomienda implementar actividades que fomenten la relajación mental y la actividad física para promover cambios a nivel hormonal, inmunológico y de neurotransmisores que propicien un estado de homeostasis.

Con estas recomendaciones las posibilidades de tener una microbiota intestinal saludable durante la tercera edad se incrementan de manera notable.