La microbiota intestinal (MI) es clave para el desarrollo del sistema inmune y la homeostasis del individuo, siendo las primeras fases de colonización muy importantes. El ambiente en el que el individuo se desenvuelva tiene injerencia en la MI, los niños con lactancia materna exclusiva muestran dominancia de microorganismos beneficiosos en comparación con niños alimentados con fórmula. Otros factores como la presencia de hermanos mayores, mascotas, ambiente rural o urbano influyen. Lo anterior lo refiere la doctora Julia Álvarez en el artículo “Microbiota Intestinal y Salud”, 2021.

Álvarez añade que la introducción a la alimentación sólida y la retirada de la lactancia en los infantes genera cambios importantes en bacterias intestinales como Bacteroidetes y Firmicutes, estos pasan a ser dominantes para el resto de la vida, al aumentar progresivamente la diversidad microbiana, también la capacidad para degradar hidratos de carbono complejos aumenta, al igual que la producción de vitaminas, a los tres años la microbiota se asemeja a la de un adulto,

¿Qué enfermedades son relacionadas al desequilibrio de la MI (disbiosis)?

La presencia de disbiosis intestinal de manera permanente está relacionada con enfermedades inflamatorias, autoinmunes, metabólicas, por ejemplo:

Enfermedad inflamatoria intestinal. - la colitis ulcerosa, la enfermedad de Crohn se caracteriza por respuestas inmuno inflamatoria exagerada contra microorganismos no patógenos de la microbiota intestinal.

Trastornos funcionales digestivos. -  el síndrome de intestino irritable es el trastorno funcional más frecuente, caracterizado por dolor abdominal recurrente asociado a diarreas o estreñimiento.

Enfermedades atópicas. - el Dr. Jose M. Fernández comenta en la publicación “Microbiota Intestinal,” en 2021 que enfermedades como el asma y la atopia son características de enfermedades atópicas, por ejemplo, el asma afecta a más de 235 millones de personas en todo el mundo, estas enfermedades se relacionan con la composición y función del microbioma.

Generar y mantener diversidad en la microbiota intestinal es un objetivo clínico para la promoción de la salud y la prevención de enfermedades.