Probablemente a muchos de nosotros nos ha pasado que al abrir el refrigerador vemos alimentos que ya no están en condiciones óptimas o en un restaurant dejamos alimento en el plato porque el sabor no fue lo que esperábamos o fue demasiado para el apetito o quizá vemos en los mercados frutas y verduras que ya se pasaron de maduras. Estas acciones entre algunas otras representan un desperdicio de alimentos.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura comenta en la publicación, Pérdida y desperdicio de alimentos 2021, que, en el mundo, un 14% de los alimentos, con un valor estimado de 400 000 millones de dólares, se pierde entre la cosecha y la distribución. Otro 17% se desperdicia en la distribución y entre los consumidores finales.
La FAO* explica que la pérdida y el desperdicio de alimentos repercute negativamente en la seguridad alimentaria, la nutrición y contribuye de forma significativa a las emisiones de gases de efecto invernadero, la contaminación del medio ambiente, la degradación de los ecosistemas naturales y la pérdida de biodiversidad. Además, representa un despilfarro de los recursos que se utilizan en la producción alimentaria.
¿Cómo reducir el desperdicio de alimentos?
En este mismo sentido, la FAO nos invita a descubrir cinco beneficios de reducir el desperdicio de alimentos:
¿Cómo se logra la salud alimentaria?
La seguridad alimentaria existe cuando todas las personas tienen, en todo momento, acceso físico, social y económico a alimentos suficientes, inocuos y nutritivos que satisfacen sus necesidades energéticas diarias y preferencias alimentarias para llevar una vida activa y sana.
Todos podemos contribuir con el hambre en el mundo, pequeñas acciones serán benéficas para el hogar y para el planeta.
*Por sus siglas en inglés: Food and Agriculture Organization of the United Nations (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación).