No es un secreto que la mayoría de los propósitos que nos hacemos terminan siendo abandonados al cabo de unas cuantas semanas. Según el Instituto Europeo de Inteligencias Eficientes en su portal de internet, esto ocurre porque cometemos los siguientes errores cuando los formulamos:
- Son poco realistas. En ocasiones, el entusiasmo de las fiestas decembrinas nos lleva a fijarnos propósitos tan ambiciosos que sobrepasan nuestros límites.
- Hacer una lista muy grande. Tantos cambios y a veces tan radicales, pueden llegar a ser abrumadores, lo que conduce al fracaso.
- Tener metas poco específicas. Dos ejemplos de propósitos: “Hacer ejercicio” o “salir a correr veinte minutos diarios, cinco días a la semana”. Definitivamente, el segundo contribuye más a la causa.
- Carecer de planes efectivos. No se cumple un propósito únicamente con buenos deseos, sino trazando un plan que defina cómo vamos a conseguirlo y los pasos para ello.
Consejos para alcanzar sus metas
Probablemente, el éxito en el logro de los propósitos depende en gran medida de la forma en que son planteados. A continuación, le ofrecemos algunas recomendaciones del centro UPAD Psicología y Coaching, publicados en el portal “Psicología y mente”.
- Definir cuáles propósitos son una prioridad y reducir la lista.
- Dividir los objetivos en metas pequeñas para obtener resultados periódicamente y no perder la motivación.
- Establecer un horario, ya sea diario o semanalmente, para trabajar en ellos.
- Mantenerse en forma. Recuerde que el bienestar físico influye en el mental y viceversa.
De acuerdo a David Bueno I. Torrens, experto en neurociencias y autor del artículo “Por qué nos cuesta tanto cumplir los buenos propósitos de Año Nuevo” (2020), “la fuerza de voluntad se puede entrenar. ¿Cómo?, simplemente usándola. Cada vez que la utilizamos, favorecemos conexiones neuronales que fortalecen el comportamiento que perseguimos.”