Hoy en día, las enfermedades no transmisibles, como la diabetes, la hipertensión y el cáncer, representan las principales causas de muerte en todo el mundo.
Ante ello, la medicina preventiva ha cobrado mayor relevancia, ya que como bien dice el refrán popular, “más vale prevenir que lamentar”.
Estilo de vida saludable
La medicina preventiva cuenta con distintas herramientas para evitar o diagnosticar oportunamente un problema de salud; por ejemplo, los programas de vacunación, las pruebas de detección temprana de enfermedades en personas sanas y la terapia farmacológica preventiva.
Sin embargo, probablemente la más efectiva de todas sea la adopción de un estilo de vida saludable, el cual consiste en seguir una serie de hábitos que inciden de manera positiva en nuestro bienestar físico, mental y social, lo cual contribuye a prevenir múltiples enfermedades, tales como obesidad, diabetes, hipertensión, hígado graso y distintos tipos de cáncer.
El Instituto Mexicano del Seguro Social, a través de la “Guía para el cuidado de la salud”, propone las siguientes recomendaciones para seguir un estilo de vida saludable:
Comenzar un estilo de vida saludable puede ser complicado, sobre todo cuando se han llevado malos hábitos durante mucho tiempo, sin embargo, es algo que vale la pena, pues contribuye a prevenir muchas enfermedades que ponen en riesgo su bienestar individual y familiar.