Los medicamentos antidepresivos cumplen una función muy importante cuando se trata de ayudar a personas que han padecido largos periodos de dificultades emocionales, pero, la mayoría de los casos solo sirven para tratar síntomas y no para aliviar la situación en sí, es por eso que los probióticos han sido postulados para mejorar algunos tipos de depresión desde la raíz.

¿Por qué se produce la depresión?

Uno de los problemas que se han relacionado ampliamente con la depresión es la falta de serotonina, ya que esta hormona se ha visto disminuida en pacientes que suelen tener problemas de este tipo según nos comenta Russo Sastcha MD et al. en su artículo “Triptófano como un vínculo entre la psicopatología y estados somáticos” de 2003. Con esta información y sabiendo que hasta el 90% de la serotonina circulante se produce en el intestino, es como encontramos esta relación con la microbiota intestinal.

¿Cómo ayuda la microbiota intestinal en la depresión?

Existe una comunicación bidireccional entre el cerebro y el intestino llamado eje microbiota-intestino-cerebro en el cual están implicados el sistema nervioso entérico, ramas simpáticas y parasimpáticas, sistema neuroinmune, neuroendocrino y sistema nervioso central. La disbiosis intestinal afecta de manera negativa en el funcionamiento de las células neuroendocrinas e inmunológicas con repercusión en la liberación de neurotransmisores, lo cual se relaciona con la aparición de enfermedades psiquiátricas como la depresión según nos comenta Carlos Castañeda Guillot en su artículo de revisión “Microbiota intestinal y trastornos del comportamiento mental” de 2020.

¿Tener una buena dieta puede mejorar la depresión?

Debido a que la microbiota intestinal es sensible a los cambios en la alimentación, mejorar lo que comemos puede tener influencia sobre nuestro estado de ánimo y así prevenir algunas enfermedades. El consumo de fibra a diario, especialmente la prebiótica ayudará a mantener la microbiota intestinal en buenas condiciones y en consecuencia se tendrá mejor comunicación en el eje microbiota-intestino-cerebro.

En caso de necesitar mejoras en la alimentación para evitar o mitigar problemas emocionales persistentes, es necesario consultar a un profesional de la salud para que pueda indicar una dieta adecuada a las necesidades y aumentar las probabilidades de éxito.