Los bebés son muy susceptibles a los cambios que ocurren en su microbiota intestinal (MI) ya que puede variar muy rápidamente y estos cambios pueden determinar en gran manera la composición de la misma a lo largo de toda su vida, por lo que, es de vital importancia poner atención en un adecuado establecimiento.

¿Cómo influye la vía de nacimiento en la MI?

Según nos comenta VP, Zamudio y col. En su artículo: “Importancia de la microbiota intestinal en pediatría” de 2017 existe una gran diferencia entre los bebés recién nacidos por cesárea y vía vaginal, ya que los primeros tienen una menor diversidad de bacterias intestinales, mientras que los segundos tienen una mayor población de lactobacilos y bifidobacterias provenientes principalmente de la microbiota vaginal de la medre. Esto constituye la base de la microbiota intestinal y posteriormente, tiene mayores posibilidades de evolucionar favorablemente.

¿Pueden tomar probióticos los infantes?

Hay varias razones por las cuales pueden tomar probióticos, algunas de las más importantes son:

• Prevención y acortamiento de episodios de diarreas.
• Evitar o reducir el llanto por cólico.
• Reestablecer la MI después de la toma de antibióticos
• Mejorar la diversidad y la riqueza de la MI

La edad de consumo depende de los estudios realizados por cada cepa en particular, ya que de ellos depende la viabilidad específica de la bacteria en cuestión. Algunos probióticos pueden ser indicados por el medico inclusive a los pocos meses de nacido.

¿Por qué son importantes las fibras prebióticas en el desarrollo de la MI del bebé?

Porque nutren especialmente a las bifidobacterias y los lactobacilos presentes en la aun joven MI de los recién nacidos, constituyen la mejor opción para potenciar bacterias saludables, especialmente por las contenidas en la leche materna.