Se considera un proceso por el cual se ofrecen al lactante alimentos sólidos o líquidos distintos a la leche materna o de una fórmula infantil como complemento y no como sustitución de esta, así lo menciona la Asociación Española de Pediatría en su publicación “Recomendaciones sobre la alimentación complementaria” 2018.

¿Cuál es la finalidad de la alimentación complementaria?

El niño durante su etapa de crecimiento y desarrollo adquiere y desenvuelve un sin número de habilidades, al mismo tiempo que incrementan sus requerimientos energéticos y nutricionales, por lo que la alimentación exclusiva con leche humana o artificial no puede ser igual en estas etapas de la edad pediátrica, así lo menciona el Instituto Nacional de Pediatría en su publicación “Actualidades en la alimentación complementaria” 2017, por ello la alimentación complementaria favorece en diversos puntos, por ejemplo:

• Promover un adecuado crecimiento y desarrollo.
• Proveer nutrientes que son insuficientes en la leche materna.
• Enseñar al niño a distinguir sabores, colores, texturas y temperaturas diferentes.
• Fomentar la aceptación de nuevos alimentos.
• Promover y desarrollar hábitos de alimentación saludables.
• Favorecer el desarrollo psicosocial.
• Promover una alimentación complementaria que permita prevenir factores de riesgo como alergias, obesidad, desnutrición, hipertensión, etc.

¿A qué edad inicia?

En la publicación de la OMS llamada “Alimentación complementaria” (actualizada al 2023) menciona que debe introducirse en el momento adecuado, es decir a partir de los 6 meses de vida, ya que hay varios beneficios para la madre y él bebe, en México, la NOM 043 la promueve por igual a partir de los 6 meses.