De acuerdo con la OMS* la depresión es una enfermedad que se caracteriza por una tristeza persistente y por la pérdida de interés en las actividades con las que normalmente se disfruta, así como por la incapacidad para llevar a cabo las actividades cotidianas, durante al menos dos semanas.

Así mismo se comenta que la depresión es el resultado de interacciones complejas entre factores sociales, psicológicos y biológicos. Quienes han pasado por circunstancias vitales adversas (desempleo, luto, eventos traumáticos) tienen más probabilidades de sufrir depresión. A su vez, la depresión puede generar más estrés, disfunción, empeorar la situación vital de la persona afectada y, por consiguiente, la propia depresión.

Patrones de alimentos relacionados con riesgo de presentar depresión

De acuerdo al artículo de 2018 llamado “Patrones de alimentos y su relación con el riesgo de presentar depresión en aspirantes universitarios de nuevo ingreso” por la investigadora Ma. Del Carmen Olvera Castillo y colaboradores, los hábitos alimentarios tienen efectos en los estados de ánimo, e independientemente   de   la   razón   subyacente   del trastorno, estos patrones afectarán los sentimientos y de   manera   viceversa. También añade que diversos estudios documentan que una inadecuada nutrición y una pobre calidad de la dieta (comida rápida, productos de origen animal, confitería) están frecuentemente relacionados con problemas   mentales.

Mejora tu salud mental a través de lo que comes

El investigador Adán Roger y col. En 2019 publicaron el estudio “Psiquiatría nutricional: hacia la mejora de la salud mental a través de lo que comes”, en este artículo se comentan varios postulados que enumeramos a continuación:

• Un mayor consumo de una dieta rica en frutas y verduras frescas se ha asociado con una mayor felicidad reportada y niveles más altos de salud mental y bienestar 
• Una probabilidad reducida de depresión se asoció con una mayor ingesta de una "dieta saludable", definida como una dieta rica en frutas, verduras, pescado y granos integrales.
• Existe menor riesgo de depresión con la adherencia a la dieta mediterránea
• La deficiencia de vitamina B12 causa fatiga, letargo, depresión, mala memoria y está asociada con manía y psicosis.
• Por su parte, la vitamina B9; su deficiencia tiene efectos perjudiciales sobre el desarrollo neurológico en el útero y en la infancia; y los déficits se asocian con un mayor riesgo de depresión durante la edad adulta. 
• Una dieta saludable, rica en polifenoles, ácidos grasos poliinsaturados (PUFA) y suplementos nutricionales incluidas las vitaminas, se ha informado que ejerce efectos favorables en la salud mental, incluido el rendimiento cognitivo, el estado de ánimo, la reactividad al estrés y la neuroinflamación. 

Podemos concluir que el organismo humano requiere en todo momento de nutrientes adecuados, aún más en momentos de enfermedad, por lo tanto, es recomendable crear esos hábitos de salud.

*Organización Mundial de la Salud