Todos nuestros sistemas corporales son muy importantes, tanto que, si uno falla, todos los demás también lo hacen. Es imposible elegir alguno como más importante, pero, hay uno con el que tenemos una especial interacción y es el sistema digestivo.

¿Qué es el sistema digestivo?

Según la definición que aparece en la página del Instituto Nacional de Diabetes y las enfermedades Digestivas y Renales (2019), el sistema digestivo es “una serie de órganos huecos unidos por un tubo largo y retorcido que va desde la boca hasta el ano. Está compuesto por:

• Boca
• Esófago
• Estomago
• Intestino delgado y grueso
• Ano

Además, tiene órganos sólidos como:

• Hígado, páncreas y vesícula biliar

¿Cuáles son sus funciones?

De acuerdo con Berne y Levy, en la publicación “Anatomía funcional del tubo digestivo” (2019) el sistema digestivo tiene la función de almacenamiento mediante el estómago y el colón, además de la función preponderante del intestino delgado de absorber los nutrientes previamente digeridos por la boca y el estómago. También se sabe que el intestino juega un papel importante en la protección de nuestra salud mediante la interacción del medio exterior y el medio interior de nuestro cuerpo. 

¿Cuál es el papel de la microbiota intestinal en el sistema digestivo?

La microbiota intestinal juega un papel muy importante en cuanto al mantenimiento de muchas funciones en todo este sistema que van desde la producción de vitaminas, ayudar a la digestión de los alimentos, proteger de infecciones potenciales del exterior de nuestro cuerpo que entran por los alimentos y hasta regular procesos metabólicos y del sistema inmunológico.

El sistema digestivo está constantemente luchando por mantener un equilibrio debido a que tiene interacción con todo nuestro cuerpo, por lo que, cuidar de él, así como de nuestra microbiota intestinal debe ser prioridad.